¿Ves a los maestros o profesores cansados y desanimados? Las arduas jornadas de trabajo de los docentes hacen que sus energías bajen y se sientan muchas veces desganados una vez que finalizan las clases. Pero, como buen director, puedes revertir esta situación, apuntando a promover el bienestar de tu equipo de una manera creativa y entretenida.
a continuación les dejare unas dinámicas para que se apliquen y se despierte el interés del alumno.
Leo tu Espalda
- Material:
Pegatinas (postig) o tarjetas con alfileres.
- Fines:
Activar. Energetizar. Movilizar.
- Descripción:
Este juego se puede hacer dividiendo al grupo en parejas o bien una pareja actúa delante de todos.
Se escribe una palabra distinta en cada tarjeta y se cuelga o pega en la espalda de los participantes sin que éstos la vean.
Se trata de leer lo que pone en la espalda del compañero. Uno debe impedir que lean su tarjeta e intentar ver la del que tiene enfrente. Es más difícil de lo que parece, sobre todo si se juega sin poder tocar al contrincante.
Formar Parejas
- Materiales:
Pegatinas o tarjetas con alfiler. Se dispondrán de forma que haya en total dos soles, dos lunas, dos rosas, etc. (mejor usar dibujos que palabras)
- Descripción:
Se pegan o cuelgan las tarjetas en la espalda de los participantes sin que éstos puedan verlas. Luego se les invita a que, sin palabras ni gestos, encuentren a su pareja, para lo cual han de descartar a todas las demás. A medida que las parejas se van encontrando, resulta más sencillo para el resto del grupo.
- Variantes:
Si el grupo es muy grande, el juego puede resultar larguísimo, por lo que pueden permitirse gestos.
- Nota:
Una vez formadas las parejas se puede aprovechar para realizar un juego de parejas, como los que se describen más adelante.
Exploración a ciegas:
- Material:
Se pueden utilizar vendas para los ojos.
- Fines:
Despertar la sensibilidad, lograr confianza en el grupo, crear relaciones corporales entre los participantes.
- Descripción:
Disminuimos la luminosidad de la sala, o realizamos el juego al anochecer, al aire libre. Los participantes cierran los ojos. Se les sugiere que se muevan lentamente y entren en contacto consigo mismos, con su respiración, con la forma de apoyar los pies en el suelo, y por último que exploren con detenimiento la zona. Tienen que estudiar todo lo material que hay en ella, utilizando todos los sentidos posibles excepto la vista. Tras un intervalo de exploración se les sugiere que pueden explorar las manos de las personas que vayan encontrando. Cada cierto tiempo se les dice que busquen otras manos. El juego puede terminar sugiriendo que intenten unir el grupo dando cada mano a una persona diferente.
- Variantes:
a) cuando se exploran las manos podemos pedir al grupo que jueguen con ellas, que se muestren enfadados, dulces, nerviosos, o que expresen otros sentimientos.
b) Se puede realizar el ejercicio tocando la cara o todo el cuerpo, según el nivel de implicación que permita el grupo.
c) Podemos dar la consigna de que busquen a alguien con los pies, el cabello, las manos, la nariz... del mismo tamaño que los suyos. O alguien con la misma temperatura de mejillas.
d) En la exploración corporal podemos dedicar un buen rato a todos los sentidos, uno cada vez. Es decir, exploraremos solamente con el olfato o el gusto, el oído o el tacto, dejando la vista para el final.
e) Podemos finalizar el juego de muchas formas distintas. Una de las más implicadas consiste en pedir que cada uno busque la persona que más le ha agradado en la exploración. Aquélla cuyas manos, olor u otra sensación corporal más le haya gustado. Y, finalmente, abrir los ojos.
- Nota:
Este ejercicio requiere posteriormente un intervalo de calma, relajación, comentario por parejas grupal al final.
Algunas personas no soportan fácilmente el contacto corporal a ciegas. No hay que forzar a nadie, pero tampoco fomentar que la mayoría de los participantes abandonen. De todos modos, conviene prevenir la aparición de ansiedades.
¡LEVÁNTESE Y SIÉNTESE!
- Fines:
Animación, Concentración.
- Descripción:
Todos sentados en círculo. El coordinador empieza contando cualquier historia inventada. Cuando dentro del relato dice la palabra "quien" todos se deben levantar, y cuando dice la palabra "no", todos deben sentarse.
Cuando alguien (no se levanta o no se sienta en el momento en que se dice "quien" o "no", sale del juego o da una prenda.
El coordinador puede iniciar la historia y señalar a cualquier participante para que la continúe y así sucesivamente.
El que narra la historia, debe hacerlo rápidamente para darle agilidad; si no lo hace, también pierde.
Con estas actividades puedes formar equipos o lograr que los alumnos se activen de una manera divertida.